"Educar es una práctica de libertad".
Hola. Mi nombre es Alejandra. Para mí, definirme se convierte en un juego de matices y transformaciones, pues soy y seré múltiples versiones de mí misma. En este instante, me encuentro como eterna estudiante, navegante de conocimiento y confidente de saberes compartidos que me han otorgado un poco más de libertad.
Desde pequeña fui una parlanchina incansable, cuestionándolo todo a mi alrededor. Quizás por eso, el amor por la escritura y la pasión por la enseñanza se enraizaron tan profundamente en mí. El teclado se convirtió en mi cómplice, permitiéndome expresar mis pensamientos más intrincados y desenredarlos con delicadeza. La educación crítica, esa que demanda un compromiso consigo mismo para liberarse de expectativas y prejuicios impuestos, me ha permitido desaprender y descubrir nuevas formas de percibirme a mí misma y al mundo que me rodea.
El periodismo se cruzó en mi camino como un llamado a comunicar, a narrar el mundo que habitamos. Aunque capaz de abordar cualquier tema, mi corazón se inclinaba hacia las experiencias de ser mujer. Esta inquietud me llevó a sumergirme en los Estudios de la Mujer y el Género en la Universidad de Puerto Rico, una experiencia que transformó mi perspectiva de manera irreversible. El poder de la educación radica en su capacidad para moldear nuestras vidas.
Enamorada del feminismo y cautivada por la visión que este movimiento había forjado en mí, emprendí un viaje a España para cursar una maestría en Estudios de Género con especialización en Investigaciones Feministas. Fue entonces cuando el feminismo y los estudios de género me abrazaron, convirtiéndome en una versión más humana y sensible de mí misma.
De vuelta en Puerto Rico, mi corazón rebosaba el deseo de devolver a mi comunidad todo el conocimiento adquirido. Así, abracé la oportunidad de ser maestra en una escuela secundaria. Trabajar con adolescentes ha sido un viaje de descubrimiento mutuo y enriquecimiento constante. Desde el primer día, he procurado que mi enseñanza sea un acto de liberación para mis alumnos. Aunque la educación en equidad aún no sea obligatoria en Puerto Rico, siempre busqué vincular las novelas y temas de clase con un enfoque crítico y abierto hacia la diversidad. Mis estudiantes me han enseñado tanto, y continúan haciéndolo día a día.
El vínculo con los adolescentes me ha llevado a reflexionar sobre la joven que fui, y he llegado a la conclusión de que los jóvenes y la niñez de Puerto Rico merecen más. Merecen una educación que fomente el pensamiento crítico y promueva su autonomía intelectual. Merecen desafiar las normas establecidas y explorar nuevos horizontes de comprensión, guiados por el amor y la equidad.
Aquí encontraras reseñas de libros, reflexiones y talleres para seguir fomentando la educación como una práctica de libertad, como propuso la escritora y docente feminista bell hooks.